Todas las búsquedas son siempre difíciles (personalmente creo que lo realmente importante de toda búsqueda, es el aprendizaje del camino... Ponerte prueba a ti mismo, para comprobar donde se encuentran y cuales son tus propios límites). Cuando además, se unen factores ajenos a ti, como son tu situación geográfica o tu imposibilidad de usar el dinero para acelerar el proceso... Esta búsqueda parece sencillamente infinita.
Cada uno tenemos una, una historia distinta, un aprendizaje distinto, unos medios distintos y hasta unas motivaciones distintas... Aqui voy a hablar de mi lucha. Y, aunque sea muy diferente a la tuya, se que te sentirás identificado, precisamente porque ninguna es fácil.
La búsqueda de mi diagnóstico comenzó hace mucho... Cuando comencé a considerar "síntomas" los primeros... Hace ya ocho años. En este tiempo ha sido algo intermitente que coincidia con los períodos de recaida. Comprender que todos aquellos síntomas independientes, formaban parte de un todo, vino bastante después.
Pero mi busqueda, la más dificil de todas las que he realizado en mi vida, comenzó hace hoy justo un año. 365 días llenos de superación, de sacar fuerzas una y otra vez de las cenizas, caerme, levantarme y caerme de nuevo... Pero siempre teniendo una meta muy muy clara: Quiero un diagnóstico.
Me he estampado, como todos, contra la desidia... Contra medicos con alma de funcionario y modos de operario de una cadena de montaje... Me he sentido un número, carne de estadística... He tenido que pensar, que hacerme muchas preguntas y buscar todas las respuestas... He tratado de distinguir la verdad de las excusas... Y me he enfadado. Me he enfadado mucho contra el sistema que no funciona y contra los que hacen girar ese sistema en la dirección equivocada. Lo que más me enfada de todo, lo que realmente me enfada... Es que yo no me he creído la primera versión, ni la segunda, ni la tercera... Ni la vigesimoquinta... Pero otra persona con menos medios que yo para hacerse y responder preguntas, se hubiera quedado con la segunda version... Al fin y al cabo, se la está dando un médico. Y ser médico es algo importante (por eso desde aquí, pido una revisión de conciencia de éstos, que deberían de dedicarse a la medicina por vocación y no por solucionar un futuro difícil).
Es una experiencia muy larga para resumir en estas líneas, pero ademas me quiero centrar en la búsqueda misma (mi peregrinaje lo seguiré contando).
Ahora, un año después, estoy cansada... Y no me refiero al cansancio típico de las miopatías... No, hablo de un cansancio psicológico... De estar cansada de ir contra todo y sentirme un grano de arena a merced de una corriente impía... Pero también se que, si cedo ahora, solo habré conseguido desperdiciar un año de mi vida. La enfermedad seguirá ahí, me rinda o no... Así que me consuela saber que, cada dia, avanzo un pasito hacia esse diagnóstico.
A veces, me parece que esos pequeños pasos son insignificantes comparados con el esfuerzo que requieren. Pero otros me vuelvo a valer de esa rabia... La canalizo... La invierto en cosas productivas... Porque la rabia no es mala si se usa para buenos fines.
No puedo claudicar ante el cansancio... Porque los demás son ujn apoyo... Pero el problema es mío como la solución me mejorará a mi, soy yo la que mejor me entiende, la que mejor me conoce y la que puedo hacer uso de la información para ver si concuerda con lo que siento.
Para terminar os dejo una cita célebre: "En la pugna entre la roca y el arroyo, siempre vence el arroyo... No porque sea más fuerte, si no porque persiste".
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